MASCULINO:
Javier Sotomayor Sanabria
"El príncipe de las alturas"
Este atleta cubano es considerado el mejor de la historia en el salto de altura. Ostenta los récords mundiales tanto al aire libre como en pista cubierta; logró un título olímpico, dos campeonatos mundiales, cuatro en pista cubierta y tres títulos panamericanos, entre otros.
A los diez años ya practicaba el salto de altura, a pesar de que se mostraba muy temeroso de la prueba y prefería las carreras de velocidad.
A los trece, cuando su entrenador era Carmelo Benítez, logró una marca de 1,65 m, y a los catorce, se dice que superaba los dos metros. Por esos méritos la joven promesa obtuvo una beca para estudiar en la Escuela Superior de Perfeccionamiento Atlético (ESPA), donde comenzó a ser entrenado por José Godoy. Aunque a veces su ánimo decaía, era su abuelo el que le motivaba a cumplir con sus tareas.
En 1984, y a los dieciséis años, estableció la marca mundial juvenil aún vigente de 2,33 m en La Habana. En 1986 asistió al primer campeonato mundial junior, que tuvo lugar en Atenas, Grecia, obteniendo el primer lugar con un salto de 2,25 m.
El año 1988, Sotomayor se sumó a la élite del atletismo cuando contaba con veinte años cumplidos. En el Gran Premio Diputación de Salamanca, España, el 8 de septiembre superó por un centímetro el récord mundial de 2,42 m del sueco Patrik Sjöberg. Por dicha hazaña fue reconocido como el mejor deportista mundial masculino por la Asociación Española de Prensa Deportiva.
Sin embargo, en 1990 una lesión en el pie le alejó de las competencias. Además, su entrenador José Godoy falleció a principios del año, lo que representó un fuerte golpe emocional para Sotomayor. Pese a todo, y bajo la dirección de su nuevo entrenador Guillermo de la Torre, regresó con la conquista de la medalla de oro en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de la Ciudad de México.
Nuevos éxitos llegaron en 1993, cuando ganó el campeonato mundial en pista cubierta de Toronto, Canadá, con una marca de 2,41 m.
Ese día realizó tres saltos exitosos de 2,23 m, 2,32 m y 2,38 m, en un solo intento. Por último pidió la marca de los 2,45 m, que superaba su propia marca mundial por un centímetro. Sin viento, y con temperatura alta, falló el primer salto. Pero el objetivo estaba claro y lo volvió a intentar. El periódico El País relata aquel momento:
De pie, a pocos metros de la varilla, repasó mentalmente su salto: la carrera y el despegue. Cuando revisó la película en la cabeza, suspiró, abrió los ojos y se lanzó con una carrera medida y potente. Era el gran Sotomayor. Tenía la potencia y la agilidad del muchacho que comenzó a asombrar a sus rivales cuando apenas había cumplido 18 años. La carrera y la batida fueron tremendas. Sotomayor se elevó oblicuo a la varilla, dobló la espalda y tocó el listón con la parte dorsal. Las piernas pasaron después de un extraordinario golpe de riñones. Aunque la varilla se tambaleaba, el saltador cubano estaba seguro de que no caería. Salió como un huracán de la colchoneta y se abrazó a Guillermo de la Torre. Acababa de batir el récord y de recobrar todo el poderío de sus mejores días...
Stefka Georgieva Kostadinova
Esta atleta búlgara es considerada la mejor en la historia del salto alto. Fue campeona olímpica, mundial y europea de esta prueba, y posee el vigente récord del mundo con 2,09 m.
Su ascenso a la élite mundial se produjo en 1984 siendo todavía una atleta junior, cuando mejoró en 10 cm su plusmarca personal saltando 2 metros.
En 1985 se convirtió ya en la mejor saltadora de altura del mundo, liderando con 2,06 (marca lograda en Moscú) el rankig mundial de ese año. Además ese año se proclamó campeona mundial y europea en pista cubierta, y venció en la Copa del Mundo celebrada en Camberra.
En 1986 estableció sus primeros récords del mundo. Primero el 25 de mayo igualó en Sofía el récord de su compatriota Lyudmilla Andonova con 2,07, y seis días más tarde superaba esta marca en un centímetro dejándola en 2,08.
En 1987, tras revalidar a principios de año sus títulos europeo y mundial en pista cubierta, llegó el gran momento de su carrera, el 30 de agosto en los Campeonatos del Mundo al aire libre celebrados en Roma. Siendo la mejor con diferencia, tras obtener la medalla de oro, colocó el listón a una altura de 2,09 y logró superarlo, batiendo su propio récord mundial, un récord que aún no ha sido superado por nadie.
La carrera deportiva de Kostadinova sufrió un revés importante cuando una grave lesión en 1989 la mantuvo fuera de las pistas durante ese año y el siguiente. Cuando regresó en 1991 parecía haber perdido su antigua consistencia y dominio, además de tener que enfrentarse a nuevas rivales. En los Campeonatos del Mundo al aire libre de Tokio de ese año decepcionó por completo y solo acabó 6ª con un pobre salto de 1,93
Con 29 años cumplidos decidió tomarse un descanso en 1994, se casó y en enero de 1995 tuvo un hijo llamado Nikolai. Regresó a la competición en el verano boreal de ese mismo año y participó en los Campeonatos del Mundo de Gotemburgo sin estar en plenas condiciones, y de manera sorprendente consiguió alzarse con la victoria, por delante de la rumana Astafei y de la ucraniana Inga Babakova.
Así las cosas, llegaban los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996, su última oportunidad para ganar el oro olímpico. Y esta vez no falló. En una competición de gran nivel, y con la griega Niki Bakoyianni presionándola hasta el final, solo ella pudo con el listón situado en 2,05, lo que le proporcionó la medalla de oro, y un nuevo récord olímpico. Y aun le quedaron fuerzas para intentar un imposible, colocando el listón en 2 metros y 10 centímetros, uno por encima de su propio récord mundial de 1987, pero falló.
En 1997 consiguió su quinto título mundial bajo techo, pero requirió de una operación debido a una grave lesión en su pie izquierdo. A causa de esto, la forzaron a poner punto final a su carrera deportiva. Tenía 32 años, y lo había conseguido todo en el salto de altura...
Aquí dejamos el link del top mundial actual del salto de altura: